MOSCOS & MOSCAS

MOSCO TRAS MOSCO
Mosco tras mosco iba cayendo;
había olvidado cerrar las ventanas,
y los moscos se atrincheraron en mi casa..
en el baño,
en la sala,
en el pedazo de piso donde duermo,
en todos lados.
Con las palmas de mis manos
comencé a darles duro,
pero ellos,
zumbaban tras mi nuca;
y yo,
no dejaba de aplaudir;
paso media hora
y mi esfuerzo era en vano;
cada vez había más,
y cínicamente volaban frente a mí.
Me di por vencido,
apagué las luces y subí todo el volumen de la radio.

POR FIN HABIA ENCONTRADO A UNA VIEJA AMIGA Y LA APLASTE.
Comía una ensalada con mucho queso y aceitunas,
me serví vino en un pequeño vaso desechable,
puse la botella sobre la mesa y levanté la mirada.
Y por fin me encontré con una vieja amiga:
una mosca,
tenía mal aspecto,
era pequeña y volaba a la altura del salero,
aterrizó sobre mi servilleta y por unos instantes se quedó quieta,
no se movía,
solo frotaba sus patas como compadeciéndose de mí;
di un trago del vino,
tomé la botella y me serví más.
Se me olvidó que la mosca estaba sobre mi servilleta,
así que deje caer la botella sobre la mesa
y plumm,
sin querer aplasté a la mosca,
me sentí muy mal por eso,
alcé la botella
y solo vi una mancha negra sobre mi servilleta;
pensé,
el vino me llevara a la muerte,
así como se llevó a mi vieja amiga la mosca.
Volví a colocar la botella en la mesa
y seguí comiendo esa ensalada.